La contundente victoria que logró el peronismo de Córdoba en la disputa por una de las intendencias más pobladas de la Argentina dejó al menos seis datos que pueden tener relevancia para la competencia nacional del próximo 13 de agosto, las PASO.
El actual viceintendente Daniel Passerini (Hacemos Unidos por Córdoba) le ganó por una diferencia de casi 8% al diputado nacional Rodrigo De Loredo (Juntos por el Cambio) y confirmó la victoria que había tenido en los comicios a gobernador, Martín Llaryora, el actual intendente, el 25 de junio pasado.
Se trató de un resultado que contradijo las encuestas que habían trascendido en las últimas semanas, que le daban a la oposición una ventaja que estuvo lejos de confirmarse, y que había contagiado de optimismo y confianza a los responsables de la campaña de JxC. Se pasó, sin escalas, de la euforia a la desilusión.
Nuevo liderazgo
Passerini es un médico que empezó su actividad política en Cruza Alta, donde fue concejal e intendente, y luego trabajó en el gobierno de José Manuel De la Sota, en el sensible Ministerio de Desarrollo Social. Fue legislador y en 2019 asumió como número dos de Martín Llaryora, que venía de ser intendente de San Francisco. Si bien es un hombre del peronismo de Córdoba y de cercanía del gobernador Schiaretti, su victoria dejó un mensaje hacia la interna partidaria.
Es que el actual intendente y gobernador electo se puso al hombro la campaña, después de la apretada victoria que había conseguido en los comicios del 25 de junio. La victoria arrasadora de Passerini repitió un número clave que se había dado en la previa, cuando lograron doblegar a la fórmula que encabezaba Luis Juez, pero por apenas 3 puntos porcentuales.
Hace cuatro domingos, Llaryora ganó la gobernación por una diferencia en toda la provincia de 64 mil votos, 56 mil de los cuales los consiguió en su distrito, la ciudad de Córdoba. Según los datos del escrutinio provisorio de este domingo, la fórmula del oficialismo obtuvo 312 mil votos, y la de De Loredo 262 mil: unos 50 mil votos.
Después de revalidar pergaminos, el futuro gobernador pronunció un discurso que sorprendió por el tono de la dureza que tuvo con la oposición de Juntos por el Cambio: “Hoy somos más cordobeses que nunca, Córdoba se puso de pie, basta de que nos maltraten de afuera, que nos vengan a explicar qué hacer o cómo hacer los pituquitos de Recoleta”, afirmó.
Ausentismo histórico
En las elecciones a intendente de Córdoba se registró un ausentismo que fue récord histórico. Desde 1983 hasta la fecha nunca hubo tan bajo nivel de participación. Según los datos que difundió oficialmente el escrutinio provisorio, la afluencia fue de 60,26%: de 1.133.316 electores habilitados, se procesaron 680.644 votos. Y el ganador, es decir Daniel Passarini, ganó la elección con apenas 312 mil sufragios.
En las últimas elecciones a gobernador, en la ciudad, votaron 766 mil cordobeses. Es decir 86 mil personas que votaron hace cuatro domingos decidieron esta vez no concurrir a las urnas: ¿de quiénes fueron esos votos que quedaron en el camino? Por ahora es un misterio. ¿Impactaron las vacaciones de invierno?
El encuestador Gustavo Córdoba ensayó una explicación posible: “Impactante campaña negativa. Impacto en los incentivos de concurrir a votar. Ambas fuerzas compartieron la responsabilidad. En la oposición, seguramente evaluarán la bajísima movilización electoral. Nunca tienen la culpa las vacaciones de invierno, el clima, ni la altura del año. Posiblemente si, las cantidad de fechas electorales que hemos tenido ( ¡y que tendremos aun!)”.
Fuente: INFOBAE