Tener una mascota en casa, en especial un perro, no sólo implica brindarle los cuidados de sanidad necesarios, de alimentación o sacarlos a pasear una vez cada tanto. Sino que también aquellos dueños de animales domésticos deben entender el concepto de “tenencia responsable”. Si una persona no puede contar con el tiempo que un animal necesita, es mejor no tenerlo porque sí.
Porque una cosa es tener, por ejemplo, un caniche que sea agresivo y otra cosa son los perros agresivos de razas más grandes ya que el daño que pueden llegar a provocar es muy diferente.
Uno de los aspectos en el que los dueños de razas peligrosas deben tener en cuenta es su relación con los niños. Especialmente porque los chicos no tienen la barrera inhibitoria del riesgo.
Por eso, cuando un niño entra en contacto con una mascota hay que presentarlos bajo la atenta mirada de un adulto para que empiecen a formar un vínculo. A medida que los chicos vayan creciendo hay que explicarles que hay cosas o estímulos a los que los perros no saben como responder o pueden hacerlo de una manera violenta.
Los animales domésticos son seres sociales y como tales deben aprender a socializar con los demás y con su entorno. Es por eso que los primeros seis meses de vida son muy importantes para que no se conviertan en individuos violentos. Sin importar la raza.
Según los especialista en crianza de perros, es importante no humanizar su tenencia. eso quiere decir que las mascotas deben ser tratadas con cariño y atención, pero poniéndoles límites para que no confundan la familia en la que viven con su jauría, ya que esto haría que el animal quisiera estar ganando posiciones todo el tiempo en la misma, es por eso que los perros muy territoriales o dominantes, a los primeros que atacan son a los niños. Un ejemplo claro de una conducta inapropiada que se suele cometer, es cuando se le permite a la mascota subir a la cama o sentarse en la silla para comer en la mesa o compartir el sillón con el amo.
