San Juan, el Este y Sur de Mendoza definieron los precios de la uva 2023
Los viñateros de la provincia de San Juan y de la Zona Este de Mendoza resolvieron hoy la dura ecuación mediante la cual definieron los precios de referencia para vender la uva, que se produzca en 2023, y además evaluaron el porcentaje para diversificar a mosto, defendiendo valores a favor del productor y con la consigna de no quedar fuera de mercado.
Dura, debido a que se ajustaron al último estudio económico realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, de Junín, donde no solamente evaluaron los costos sino que también consideró la merma para este año en Mendoza, de unos 4 millones de quintales de uva, básicamente por la sequía y las contingencias climáticas de los últimos meses.
En lo que respecta al destino de las uvas para vinificar y que deban ser consideradas para la elaboración de mosto -o jugo de uva- reflexionaron que no debería estar por encima de un 12 o un 15 por viento. Ese número aún está en estudio de las distintas entidades vitícolas ante el riesgo de que este año no haya acuerdo entre Mendoza y San Juan -como ocurrió en 2022 y en 2021- y por lo tanto, por ley, se fije un 20 por ciento.
Luego de la mañana de trabajo en Junín se resolvieron los precios de referencia, con la participación de los integrantes de la Asociación de Productores del Este de Mendoza, APROEM, de la flamante Mesa de Enlace de Productores de Mendoza, MEPAM, la Asociación de Viñateros de Mendoza, la Asociación de Viñateros Independientes de San Juan y de la Mesa Vitícola de San Juan.
Tras un intenso debate finalmente hubo consenso entre los más de 30 presentes de ambas provincias vitivinícolas argentinas y se resolvió:
– Entre 110 y 115 pesos para las uvas criollas o mezclas,
– Entre 135 y 140 pesos para las blancas tipo B, como de las variedades Pedro Jiménez y Torrontés,
– Entre 160 y 165 pesos para las tintas B, como las variedades Barbera, Bonarda o Tempranilla,
– Entre los 230 y los 240 pesos para las tintas A, como el Malbec
– Y entre los 260 y los 280 pesos las blancas A, como las Chardonnay o las Sauvignon Blanc.
Todos los precios al contado.
Además, según definieron, los precios bases sugeridos, deberán ser reajustados según el, Índice de Precios al Consumidor, IPC, que mensualmente publica el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INDEC, desde el día de entrega de la uva hasta su efectivo pago.
Básicamente los cálculos realizados por los técnicos del INTA, consideraron una merma de unos 4 millones de quintales en lo que respecta a la cosecha de uvas en Mendoza para 2023, considerando la última cosecha 2022 donde se levantaron de las viñas unos 13 millones de quintales, frente a los 15,680 millones de quintales vendimiados en 2021.
Dicha merma, se dijo, está basada principalmente en la falta de agua para riego de los cultivos y además en las contingencias sufridas por los viñateros durante 2022 y en lo que va de 2023.
Por esto es que ahora, luego de la reunión cumbre del 20 de enero, solicitarán entrevistas con los ministros de Producción y Economía de San Juan y Mendoza: con Ariel Lucero y Enrique Vaquié respectivamente. Todo con el fin de aceitar un mecanismo para que se defiendan los precios considerando las pérdidas que vienen sufriendo los vititicultores en los años.
“Estamos próximos a los festejos vendimiales, con la afluencia de turistas que ello significa y la cantidad de recursos de dinero que en estos momentos circulan gracias al enoturismo, la hotelería o la gastronomía en los restaurantes. Nada de esto sería posible si no hubiesen viñateros produciendo la uva en nuestros emprendimientos. Somos nosotros quienes que corremos los riesgos y daños por heladas, granizos, sequía”, aseguraron casi al unísono los presentes.
Finalmente exhortaron a los bodegueros para que paguen los precios justos por la uva que hoy están reclamando desde las entidades que se pusieron de acuerdo en la Zona Este de Mendoza.
Fuente: Jornada