Economía

La carne sin precio de referencia

El gobierno dio marcha atrás con el cierre de las exportaciones de carne vacuna, a pesar de ello el comercio mayorista y minorista está bajo la incertidumbre y el producto no tiene precio de referencia.

En el sector productivo hay descontento porque el rubro a pesar del 75% de aumento en los últimos 12 meses, es uno de los que menor aumento ha tenido en los precios. Hasta ahora, antes de la devaluación posterior a las PASO, los dos sectores beneficiados eran, por un lado el consumidor, por otro lado el gobierno y el gran perdedor fue el ganadero. A partir de ahora con la devaluación, habrá que ver quiénes pierden.

Los datos oficiales reflejan que en términos reales el valor promedio de la carne en el circuito minorista perdió en estos últimos doce meses alrededor de un 55%.

Y es por esta razón que el Gobierno intentó nuevamente intervenir el mercado, cerrando las exportaciones. En los últimos días se han visto aumentos importantes en los distintos cortes de carne los que presionarán aún más sobre la inflación. En medio de las elecciones generales y con una devaluación de 21% del peso, no hay que descartar que los valores del IPC de agosto se ubiquen arriba de dos dígitos.

La carne (bovina, porcina y pollos) tiene una incidencia del 8,9% sobre el IPC. El Gobierno entiende que controlando esta variable puede llegar a mostrar un número de inflación que no impacte sobre la opinión pública. Nada más lejos de la realidad. Pero el ministro Massa insiste. Desde el Gobierno argumentan que cerrando las exportaciones, la actividad destinaría más oferta al mercado interno y esto haría bajar los precios. Difícil que esto ocurra por la inercia que presentan los precios, independientemente de los controles que se quieran hacer sobre el mercado. Eso sí, este tipo de medidas intervencionistas generará una masiva liquidación de vientres, situación que terminará golpeando sobre el stock de hacienda y el futuro de la industria.

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