El toro de Giol coronará la puesta en valor de la plaza departamental de Maipú
Mediante una votación en las redes sociales de Maipú Municipio sus seguidores pudieron votar por una de las esculturas que será colocada en una de las esquinas de la Plaza 12 de Febrero. La figura elegida con la mayor cantidad de votos fue el toro de Giol.
Durante la gestión del intendente Matías Stevanato se tomó la decisión de realizar la obra de saneamiento cloacal en el casco histórico del centro de Maipú. La realización de esta obra permitirá hacer una renovación arquitectónica de las calles y veredas perimetrales a la plaza departamental 12 de febrero.
Como parte del plan de puesta en valor, la municipalidad decidió que una escultura que refleje a un ícono maipucino sea ubicada en esta zona, con la intención de homenajear a las tradiciones departamentales, y del mismo modo para que sea un atractivo turístico.
“Maipú crece es una realidad que se sostiene en el esfuerzo que a diario realizamos cada uno de sus habitantes. Maipú crece porque tiene un fuerte compromiso en el presente, tiene una potencialidad que nos anima de cara al futuro, y también tiene un legado y una tradición que honramos y respetamos. Qué mejor que el toro para representarnos”, indicó Stevanato sobre la elección que han hecho los vecinos.
Los participantes pudieron elegir entre diferentes opciones que simbolizan tanto a la vitivinicultura, a la olivicultura y a la cultura del departamento, y se sometió a elección la representación de una planta de olivo, un racimo de uva, un racimo de barricas, la M de Maipú, o el toro de Giol. La escultura ganadora obtuvo más del 70 por ciento de votos, además la elección fue visualizada por más de 13 mil usuarios.
Una que se finalicen las obras de saneamiento, esta emblemática escultura se colocará en la esquina de San Martín y Padre Vázquez, en el extremo noroeste de la plaza. Este hito es un homenaje al arraigo y la querencia de los maipucinos y maipucinas, y a la vez será un atractivo para turistas y visitantes. El toro de la bodega Giol es la representación de la fuerza del crecimiento y el desarrollo, anclado en valores como el esfuerzo y el impulso productivo.
En 1896 el suizo Bautista Gerónimo Gargantini y el italiano Juan Giol se instalaron en Maipú y se asociaron para construir una bodega para la elaboración de vinos. Luego de unos años lograron hacer la fórmula de uno de los vinos más tomados por los argentinos y argentinas: “Toro”. Por otro lado, el toro representa las tradiciones pero también simboliza el trabajo, la fuerza y la valentía.
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