Rusia comenzó el día 9 de Mayo a realizar operaciones ofensivas en un nuevo frente de combate, específicamente en el Óblast de Járkov, lugar donde se encuentra la segunda mayor ciudad ucraniana con una población de alrededor de 1.400.000 personas.
Desde el inicio de las operaciones en este frente hasta la presente fecha el ejército ruso ha logrado ocupar 9 poblados, encontrándose en la actualidad una disputa sobre la localidad de Vovchansk que es de cierta relevancia ya que contaba con una población de más de 15.000 habitantes, y además tiene acceso a carretas principales que conectan con la ciudad de Járkov (la cual le da el nombre al Óblast). Por otro lado la toma de la localidad por las fuerzas rusas, le permitirá a los grupos de artillería pesada de Rusia tener control de fuego sobre Járkov.
La realidad aparenta demostrar que Rusia no busca una captura inmediata de la ciudad de Járkov ya que la misma requeriría un número de recursos humanos y materiales que los rusos no parecen estar dispuestos a emplear, la pregunta es ¿Por qué no emplean esas fuerzas? Para responder esto es menester destacar que existen guerras de maniobras y guerras de desgaste, la guerra ruso-ucraniana comenzó como una guerra de maniobras donde los ejércitos buscan avanzar rápidamente tratando de asestar un golpe letal al enemigo que lo obligue a rendirse, siendo un claro ejemplo de este tipo de incursiones la alemana en Francia durante la segunda guerra mundial. Sin embargo con el paso del tiempo el conflicto bélico entre rusos y ucranianos se ha convertido en una confrontación de desgaste, donde lo que se busca es drenar los recursos materiales y humanos del bando contrario.
La apertura de este frente persigue la finalidad de estirar las defensas ucranianas para que sus tropas se encuentren más dispersas, sean más fáciles de enfrentar y consiguientemente de desgastar. A su misma vez, surge la posibilidad de encontrar áreas vulnerables o poco protegidas donde avanzar.
En distintas fuentes abiertas circula información acerca de la acumulación de tropas rusas en el sur de Bielorrusia, que limita con el Óblast de Kiev, donde se encuentra la ciudad de Kiev, capital ucraniana, y también la acumulación de tropas en territorio ruso que colinda con el Óblast de Sumy, todo esto mientras el ejército ruso realiza incursiones con drones y misiles contra depósitos de municiones en Ucrania, y también asesta golpes a la infraestructura eléctrica, demostrando claramente que la intención de Rusia es producir que Ucrania se estire, se debilite y al mismo tiempo ir golpeando los puntos críticos del país tanto para su población civil como su economía y su ejército tratando de esta forma de doblegar al Estado ucraniano.
Frente a la situación adversa que se presenta en Ucrania los países occidentales han tomado cartas sobre el asunto, se han adoptado nuevos paquete de medidas contra Rusia, que hasta el momento sobrelleva relativamente bien la guerra en materia económica, y también se aprueban constantemente en distintos países de la OTAN paquetes de armamento para Ucrania. Por su parte Ucrania que sabe de las intenciones de Rusia de estirar sus defensas aprobó a través de la RADA (congreso en Ucrania) una nueva ley de movilización que le permitirá reclutar forzosamente un mayor número de ciudadanos para que presten servicios al ejército.
El conflicto sigue escalando, los bandos siguen ratificando sus apoyos en el exterior, y las modificaciones internas de los dos beligerantes demuestran la voluntad de seguir en el combate, una muestra de ello es la modificación del ministro de defensa en Rusia donde el cargo ya comenzó a estar en manos de Andrei Belusov, conocido por su experticia en la economía y la gestión de recursos
Por Joaquín Peralta para diarioABC