Ofrecimiento de paz, Estados Unidos y avance Israelí
La última semana del conflicto ya desarrollado en Medio oriente entre Hamas e Israel
volvió a su etapa “no convencional”. La respuesta por parte de Israel a los ataques
“medidos” llevados adelante por Irán no tuvieron un gran impacto y la respuesta israelí
al mismo no fue lo suficientemente “contundente” para poder denominar al mismo
como un conflicto “convencional”, es decir, donde se enfrentan dos Estados.
Ahora todas las miradas se posan sobre la ciudad de Rafah, enclave palestino situado
en la Franja sur de Gaza limítrofe a Egipto, donde se encuentran alrededor de 50.000
refugiados de la Franja de Gaza y uno de los lugares “permitidos” para hacer llegar la
ayuda humanitaria a los mismos.
Ante el inminente avance israelí sobre la misma, que ha obtenido el rechazo por parte
de la ONU y el mismo Estados Unidos (principal aliado político en Medio Oriente de
Israel), el martes pasado se reanudó una propuesta de “cese al fuego” por parte de
Egipto, con la mediación de otros Estados como Qatar y el país sede de las
negociaciones de paz, que cuenta con la participación de ambas delegaciones
contendientes. La misma había sido aceptada por Hamas, pero posteriormente
rechazada por parte de la delegación israelí, asegurando que esta “no garantizaba
condiciones de seguridad para el pueblo israelí” y que la operación militar en Rafah
“no se detendrá hasta que haya eliminado completamente a Hamás en la zona, o
hasta que sea liberado el primero de los rehenes”. Una de cal y otra de arena.
Por su parte, Estados Unidos, que ha vivido en las últimas semanas una serie de
manifestaciones en distintas universidades (como sucedió en los años 70´ contra la
guerra en Vietnam) en reclamo de un cese al Fuego por parte de Israel en Gaza, así
como también, un corte al financiamiento a estas por parte de algunas empresas que
operan en dicho país como Google, Microsoft, etc. Ante esto, el Gobierno de Biden se
ha visto en una encrucijada, tengamos en cuenta que este año hay elecciones
presidenciales en Norteamérica, y que Biden necesita sostener y ampliar sus bases de
sustentación electoral y una de ellas son los sectores progresistas de la Academia
universitaria. Frente a ello y pese haber sido el mismo Biden quien ratifico su férreo
compromiso con Israel, pese a tener “divergencias”, ha anunciado en las últimas horas
un freno al envío de 3.500 bombas con destino a Israel para que no sean usadas en la
operación de avance de las tropas israelíes en Rafah, donde actualmente se
contabilizan más de un millón y medio de desplazados palestinos.
Con un presidente israelí desoyendo los consejos del gobierno de Biden y con un Biden
en una encrucijada interna y externa frente al concierto internacional. ¿Podrá Israel
seguir manteniendo su posición en el conflicto en medio oriente sin la ayuda
norteamericana? ¿Como seguirá el conflicto? Las próximas semanas serán claves para
determinar qué papel seguirán jugando los distintos países inmersos en el mismo y
como este juego de ajedrez va intercalando piezas.
Por Cristian Svrsek